Telepizza, operada por Food Delivery Brands en nuestro país, abrió su primer establecimiento en España en la ciudad de Madrid y, más concretamente, en el Barrio del Pilar. Dicha apertura tuvo lugar en 1987 y desde entonces la marca no ha hecho más que crecer, hasta llegar a formar una red integrada por casi 1.400 establecimientos repartidos por todo el mundo, de los cuales más de 700 están ubicados en nuestro país.
El primer paso para montar una franquicia de Telepizza es conocer las condiciones de adhesión de dicha marca. Para la puesta en marcha, el franquiciado deberá destinar un importe que va desde los 180.000 euros en adelante a cubrir las múltiples partidas que integran la inversión inicial. Dentro de dicho importe, el importe del canon de entrada que deberá abonarse en el momento en que se firme el precontrato variará en función de la densidad de población existente en el municipio en el que vaya a establecer el candidato su unidad Telepizza. En cuanto a los royalties, el franquiciado deberá abonar un royalty de explotación de un 5% mensual sobre ventas, así como un 3% mensual en concepto de canon de publicidad.
Con ánimo de ofrecer un modelo de franquicia flexible que se adapte a las particularidades y posibilidades presupuestarias de cada candidato, la Central de Telepizza ofrece la posibilidad de escoger entre dos opciones. De un lado, un concepto de Telepizza tradicional apto para ser implantado en poblaciones de mayor densidad. De otro lado, a efectos de no dejar fuera de este proyecto a aquellos franquiciados que deseen abrir su propio local en poblaciones más pequeñas, la Central ha habilitado lo que se conoce como un “modelo mini”. De la elección de una u otra alternativa dependerá la dimensión del local y, en consecuencia, la inversión inicial necesaria para poner en marcha el mismo.