La llegada del verano supone un cambio en la intensidad de la actividad de los negocios de restauración. Asimismo, esto implica también una oportunidad de negocio excelente con la que incrementar el volumen de ingresos. Pero más allá del aumento en la facturación, el verano es a su vez un momento idóneo para impulsar la expansión y el crecimiento de los negocios de restauración, ya sean independientes o franquiciados.
El verano es la época del año en la que más de acentúa el consumo en ocio y restauración. Para los negocios de restauración resulta imprescindible adelantarse a la llegada de estos meses, lo que les permitirá aprovecharlos al máximo y generar un mayor nivel de beneficios una vez finalicen.
Estudiar qué posibilidades ofrece cada formato en el sector restauración es el primer paso, y quizá el más importante, a partir del cual se podrán desarrollar estrategias de desarrollo de negocio adecuadas. Es por ello que hay determinados factores a los que es conveniente prestar más atención.
En primer lugar, la organización es una variable clave para hacer frente al pico de demanda que surge durante la temporada de verano. Es decir, es necesario tener previamente estructurado el servicio que se va a prestar, para poder anticiparse a todos inconvenientes que puedan surgir. Para ello, es también imprescindible formar al personal y conformar a un equipo capacitado para el aumento en la carga de trabajo durante los meses de verano.
Por otra parte, también hay que tener en cuenta todo lo relacionado con la carta ya que, además del servicio, los productos son los principales protagonistas de un negocio de restauración. En España, el verano se caracteriza por la subida de las temperaturas, lo que supone un cambio estacional en las tendencias de consumo y las preferencias de los consumidores. Por ello, los negocios de restauración deben estudiar qué cambios pueden hacer en su carta para adaptarse a esta situación. Con lo cual, es el momento ideal para introducir novedades frescas y aprovechar la demanda de bebidas frías como tintos de verano, sangrías, cócteles sin alcohol y una amplia variedad de opciones.
Aunque la terraza es la opción más socorrida a la hora de ofrecer servicio en un negocio de restauración durante el verano, lo cierto es que hay otros canales que también se pueden aprovechar y que pueden funcionar muy bien. Por ejemplo, hay clientes que prefieren disfrutar de los productos de la carta fuera del restaurante y ahorrarse tiempos de espera, que en verano suelen ser más largos. Ante esto, una opción muy interesante puede ser el delivery.
De cualquier modo, lo más aconsejable para los negocios de restauración durante el verano es prever los cambios de tendencia propios de esta temporada y adelantar trabajo en cuanto a temas de gestión, para así contar con la preparación necesaria a la hora de ofrecer el servicio.