La base de una red de franquicias sólida en el sector restauración está, en gran medida, en la retención del talento. En este caso, el talento, no solo viene de los empleados, sino también de los emprendedores que gestionan el negocio. Para ambos, la formación es clave a la hora de sentirse parte de la marca y estar motivados para colaborar con ella.
La implicación incluye compromiso a la vez que eficiencia, algo de gran relevancia en el sector restauración y, especialmente importante, en el ámbito de la franquicia. Además, el talento es el factor fundamental para impulsar el crecimiento y el desarrollo de conceptos de restauración únicos y diferenciados. Dichos conceptos, en ocasiones, requieren de profesionales con competencias muy específicas. Por otra parte, esto contribuye a construir una imagen de marca sólida y uniforme en cada unidad de negocio franquiciada.
Con lo cual, fidelizar el talento es el primer paso para fidelizar también al público. Resulta imprescindible contar con personal implicado y comprometido con el negocio, para que, de esta forma, la calidad del servicio sea siempre del más alto nivel. Para ello, las franquicias de restauración ofrecen una ventaja competitiva exclusiva de su sistema de trabajo, y es la formación y la profesionalización de los franquiciados. Formar a las personas, para que crezcan y se desarrollen profesionalmente, es la mejor vía para motivarles a seguir creciendo junto a la franquicia.
La satisfacción por haber realizado un trabajo de calidad, es tan importante como la satisfacción de los clientes tras una experiencia positiva. Esta es la clave para fidelizar el talento, integrar a los franquiciados en el proceso de crecimiento de la marca y del negocio, y que sientan el éxito de la franquicia como el suyo propio. Además, las franquicias de restauración pertenecen a un sector en el que es fundamental contar con una imagen favorable de cara al cliente, dado el alto grado de competitividad con el resto de negocios.
Así pues, las franquicias de restauración necesitan invertir en sus profesionales y franquiciados, que son la pieza esencial a partir de la cual se transmite todo aquello que tiene que ver con el negocio, desde la imagen de marca, pasando por su metodología de trabajo, la calidad del servicio y la experiencia de los clientes, hasta el éxito de la franquicia en sí misma.